Si has llegado hasta aquí es porque has oído hablar maravillas de las patas de pollo para perros, pero aún no tienes claro si son realmente seguras, cómo se deben dar o si es mejor comprarlas crudas, cocidas o deshidratadas.
Y no te falta razón. Este tipo de snack natural está cada vez más de moda, sobre todo entre quienes apuestan por la dieta BARF o buscan premios masticables saludables. Pero ojo: no todas las patas de pollo valen, ni todos los perros las toleran igual.
En este artículo vamos a contártelo TODO: los beneficios reales (sí, hay colágeno, glucosamina y diversión en juego), los tipos de preparación más seguros, los errores comunes, y hasta una guía rápida para saber cuál elegir según la edad y necesidades de tu perro.
Prepárate para convertirte en experta en cacas… y ahora también en patas de pollo 🐔.
¿Pueden los perros comer patas de pollo?
Sí, los perros pueden comer patas de pollo, pero no de cualquier forma ni en cualquier caso. Se trata de un snack natural cada vez más popular, especialmente en dietas BARF o como premio masticable. Pero antes de ofrecérselas a tu peludo, hay varios factores que debes tener en cuenta: el tipo de preparación, su estado de salud, el tamaño del perro y cómo las introduces en su rutina.
Las patas de pollo para perros son una fuente natural de colágeno, glucosamina y proteínas de bajo contenido graso. Ayudan a fortalecer articulaciones, cuidar los dientes y entretener durante un buen rato. Pero si no se ofrecen de forma segura, pueden suponer un riesgo real de atragantamiento, obstrucción digestiva o contaminación bacteriana.
Por eso, antes de lanzarte a dar el primer mordisco, te contamos en detalle qué formato es seguro, cuáles debes evitar y cómo elegir según tu perro.
¿Son seguras crudas, cocidas o deshidratadas?
Aquí está la gran pregunta. Las patas de pollo crudas o cocidas para perros no se comportan igual… y los riesgos también cambian según cómo se preparen. Vamos a analizarlo una a una:
🥩 Crudas (formato BARF)
- Ventajas: mantienen todos sus nutrientes (colágeno, cartílago, glucosamina). Si provienen de una fuente fiable, están limpias y han sido congeladas previamente, el riesgo de bacterias es muy bajo. Son adecuadas para perros acostumbrados a la dieta BARF.
- Riesgos: pueden contener Salmonella, Listeria o Campylobacter si no han pasado controles sanitarios. También hay riesgo de que el perro no las mastique bien y se atragante si no está habituado a huesos carnosos.
¿Cuándo sí? Si tu perro está adaptado al crudo, mastica bien y las patas vienen de una fuente segura (congeladas mín. 3 días a -18 °C).
¿Cuándo no? En cachorros, perros inmunodeprimidos o sin experiencia en BARF.

🔥 Cocidas
- ¡Peligro! Cuando cocinas una pata de pollo, el hueso cambia de estructura: se vuelve frágil, seco y quebradizo, lo que puede hacer que se astille al masticarlo. Esto supone un alto riesgo de asfixia, perforación de esófago, estómago o intestinos.
🛑 Las patas de pollo cocidas para perros no deben ofrecerse jamás. Aunque estén blanditas o parezcan inofensivas, son el formato más peligroso.
🌬️ Deshidratadas
- Ventajas: eliminan la humedad conservando buena parte de los nutrientes. Son crujientes pero no astillables, lo que las convierte en una de las opciones más seguras si están bien elaboradas. No necesitan refrigeración y son fáciles de guardar.
- Riesgos: si se sobrecalientan o se deshidratan a temperaturas muy altas, pueden perder nutrientes o quedar demasiado duras. También conviene cortar las uñas si no vienen limpias, ya que pueden causar cortes o molestias en el paladar.
📌 Perfectas como snack ocasional, incluso para perros pequeños o mayores si se adaptan bien. Son el formato más usado en tiendas naturales y snacks artesanales.
Entonces… ¿cuál es la mejor opción?
Si tu perro está acostumbrado a huesos crudos, la pata cruda (bien congelada y supervisada) puede ser una opción rica y funcional. Pero si buscas una alternativa segura para todos los públicos, las patas de pollo deshidratadas para perros son la mejor opción: crujientes, sabrosas y listas para dar sin líos.
Eso sí, siempre con sentido común: introduce poco a poco, vigila que mastique bien, y elige productos de calidad. Porque lo natural no siempre es sinónimo de seguro… pero con buena información, lo tienes todo a favor.
Beneficios de las patas de pollo para perros
Si estás pensando en incluir patas de pollo para perros en su dieta o como premio ocasional, te gustará saber que no solo son sabrosas… también pueden aportar varios beneficios reales para su salud.
Ahora bien, como todo en nutrición canina, estos beneficios solo se cumplen si eliges bien el formato, el proveedor y la forma de darlas. Aquí te explicamos qué aportan exactamente las patas de pollo y por qué cada vez más tutores (y veterinarios) las tienen en cuenta.
Fuente natural de colágeno y glucosamina
Las patas de pollo están compuestas en gran parte por cartílago, tendones y piel, y eso las convierte en una fuente excelente de:
- Colágeno: proteína fundamental para mantener articulaciones, músculos y piel en buen estado. También favorece la elasticidad de los tejidos y mejora la salud intestinal.
- Glucosamina y condroitina: dos compuestos esenciales para el mantenimiento y regeneración del cartílago articular. Ayudan a prevenir o aliviar síntomas de artrosis, displasia y desgaste articular en perros senior o de razas grandes.
📌 Según VCA Hospitals y el AKC, estos nutrientes son muy bien absorbidos cuando provienen de tejidos animales naturales. Dar patas de pollo puede ser una forma sencilla y apetecible de reforzar sus articulaciones sin necesidad de suplementos.
Refuerzo dental: dientes y encías más limpios
Masticar una pata de pollo deshidratada (o cruda, si está bien gestionada) produce un efecto mecánico de arrastre sobre dientes y encías. Es como un cepillo de dientes natural que:
- Reduce el sarro acumulado
- Estimula las encías
- Fortalece la mandíbula
- Mejora el aliento (aunque justo después huela a pollo, ejem)
💡 Ojo: esto no sustituye una higiene dental veterinaria o el cepillado regular, pero sí puede complementar la limpieza si tu perro no tolera bien el cepillo.
Estimulación mental y entretenimiento natural
Más allá de lo nutricional, ofrecer patas de pollo para perros tiene un valor añadido: el placer de masticar. Especialmente en perros jóvenes, activos o con tendencia al aburrimiento, morder una pata:
- Libera estrés y ansiedad acumulada
- Fomenta el autocontrol y el olfato
- Mejora su concentración y equilibrio emocional
- Disminuye conductas destructivas por aburrimiento
Y para qué engañarnos… también te regala unos minutos de paz y silencio en casa.
En resumen, las patas de pollo son algo más que un snack: son un refuerzo nutricional, una herramienta de higiene bucodental y un premio que estimula cuerpo y mente.
Eso sí, todo esto funciona solo si eliges el formato adecuado y lo das con cabeza. Pero de eso hablamos justo en el siguiente bloque 👉
¿Qué tipo de patas de pollo es mejor?
No todas las patas de pollo para perros son iguales, y como ya hemos visto, su valor depende mucho de cómo estén preparadas. Aquí desgranamos qué opción es la más segura y útil para tu peludo.
Crudas (BARF): pros y contras
✅ Ventajas:
- Conservan colágeno, glucosamina y condroitina en estado natural. Un estudio estima que cada pata aporta unos 450 mg de glucosamina.
- Textura suave y totalmente digestible para perros acostumbrados a huesos crudos .
⚠️ Riesgos:
- Riesgo microbiológico: pueden portar bacterias como Salmonella, Campylobacter o Listeria .
- No aptas para cachorros ni perros inmunodeprimidos, a no ser que provengan de proveedores homologados.
👉 En resumen: adecuadas solo si tu perro sigue una dieta BARF, conoce bien los huesos y las patas provienen de origen controlado (idealmente congeladas 3 días antes) .
Deshidratadas: uso como snack natural
✅ Ventajas:
- Mantienen nutrientes clave como colágeno y glucosamina, además de ser crujientes pero no astillables
- Actúan de forma natural como cepillo dental, reduciendo sarro y estimulando encías .
- Convenientes: no necesitan refrigeración y pueden conservarse semanas.

⚠️ Riesgos:
- Si se someten a calor alto, pueden perder textura adecuada o astillarse. Deben deshidratarse correctamente, a baja temperatura .
- Verifica siempre que vengan sin uñas o que estén recortadas, para evitar cortes .
👉 En resumen: son el formato más recomendado para la mayoría de perros: nutritivas, seguras y fáciles de ofrecer.
Cocidas: por qué pueden ser peligrosas
⚠️ Peligros importantes:
- La cocción endurece los huesos y los hace quebradizos, lo que puede provocar fragmentos afilados que lesionan garganta, estómago o intestinos.
👉 Conclusión clara: No ofrezcas patas de pollo cocidas a tu perro bajo ninguna circunstancia. Son el formato más peligroso para su salud.
Formato | Nutrientes conservados | Seguridad bacteriana | Riesgo de astillas | Recomendado para… |
---|---|---|---|---|
Crudas (BARF) | Alta | Media (requiere congelación y control veterinario) | Bajo, si se mastican bien | Perros con experiencia en huesos crudos |
Deshidratadas | Alta (si son a baja temperatura) | Alta (si son de calidad controlada) | Muy bajo | Perros de todas las edades |
Cocidas | Baja (nutrientes alterados) | Alta, pero con riesgos físicos | Muy alto | No recomendado |
Cómo ofrecer patas de pollo a tu perro de forma segura
Una cosa está clara: no todas las patas de pollo son iguales… ni todos los perros las toleran igual. Para que este snack sea realmente beneficioso y no un susto con forma de hueso, hay algunos puntos clave que deberías tener en cuenta:
Tamaño, edad y experiencia importan
- Cachorros y perros pequeños: pueden empezar con patas de pollo deshidratadas de tamaño reducido y textura más blanda. Evita las crudas hasta que tengan dentadura firme y buen control de la masticación.
- Perros adultos sanos: pueden disfrutar de patas crudas o deshidratadas según sus preferencias, siempre bajo supervisión.
- Senior o con dientes sensibles: mejor optar por patas deshidratadas blanditas o evitar por completo si hay riesgo de atragantamiento.
💡 Recuerda: el tamaño del snack debe ser proporcional al tamaño del perro. Y siempre ofrecer en un entorno tranquilo, sin distracciones ni ansiedad.
¿Cada cuánto dar patas de pollo?
No hace falta convertir las patas de pollo para perros en parte diaria de su dieta. Son un complemento funcional, no el menú principal:
- 1–2 veces por semana es una frecuencia ideal para perros adultos sanos.
- Si sigues dieta BARF, tu veterinario puede indicarte si encajan como fuente de calcio o colágeno.
Siempre bajo vigilancia
No importa si tu perro tiene más colmillos que el lobo de Caperucita. Cuando le des una pata de pollo (sobre todo cruda o deshidratada), supervísalo de principio a fin. No dejes que la trague entera, ni la esconda ni se la coma en modo aspiradora.
Alergias alimentarias o digestiones sensibles
Aunque el pollo suele ser bien tolerado, algunos perros presentan intolerancias o alergias a las proteínas aviares. Si es su primer contacto con este tipo de snacks naturales para perros:
- Ofrece una pequeña cantidad y vigila las heces, los vómitos o picores.
- En caso de duda, tu veterinario o nutricionista canino siempre debe tener la última palabra.
Riesgos y precauciones al dar patas de pollo para perros
Por muy naturales que sean, no todas las patas de pollo para perros son seguras en cualquier situación. Para algunos perros pueden ser un snack estupendo, pero para otros… una fuente de sustos. Y eso depende, sobre todo, del tipo de preparación y del perro al que se las das.
Vamos a ver por qué conviene tener cuidado, sobre todo si te estás planteando ofrecer patas de pollo crudas o cocidas para perros sin saber aún cuáles son realmente seguras.
¿Son buenas las patas de pollo para los perros en todos los casos?
En principio, sí, las patas de pollo para perros son buenas como suplemento natural si se dan bien preparadas. Pero no son recomendables para todos los perros ni en todas sus versiones.
Por ejemplo, las patas de pollo cocidas no son buenas para ningún perro. Al cocerse, los huesos se vuelven frágiles y se astillan con facilidad, provocando riesgos de asfixia o perforación intestinal, según advierte el American Kennel Club. Por eso, entre las patas de pollo crudas o cocidas para perros, la respuesta siempre es clara: mejor crudas (y solo si tu perro está habituado) o deshidratadas.
Posibles problemas digestivos y alergias
En perros con estómagos delicados o historial de intolerancias, las patas pueden provocar:
- Diarrea o vómitos tras masticarlas
- Heces muy duras si hay exceso de hueso
- Reacciones alérgicas si el perro no tolera la proteína de pollo
Además, algunos perros con IBD, pancreatitis o colitis crónica no deberían comer patas de pollo, aunque se trate de patas de pollo deshidratadas para perros. Consulta siempre antes con tu veterinario si hay alguna patología digestiva previa.
Contaminación bacteriana en patas crudas
Las patas de pollo crudas o cocidas para perros pueden tener bacterias como Salmonella o Campylobacter, especialmente si no se congelan o manipulan bien. Esto no solo afecta al perro, sino que también supone un riesgo para ti y tu familia.
¿La solución? Si las vas a dar crudas (dieta BARF), elígelas con garantía sanitaria, congélalas un mínimo de 48 h, y manipúlalas con higiene.
¿Y qué pasa con las patas deshidratadas?
En general, las patas de pollo deshidratadas para perros son mucho más seguras. Al no cocerse, no se astillan, pero al estar secas, tampoco suponen riesgo bacteriano. Eso sí, asegúrate de que vienen de un proveedor fiable, con proceso de deshidratación lento y a baja temperatura.
Y si estás pensando en prepararlas tú en casa, te recomendamos seguir una patas de pollo para perros receta profesional, con tiempos y temperaturas controladas. No improvises: mal deshidratadas, pueden quedar duras como piedra o perder todos sus nutrientes.
¿Dónde comprar patas de pollo para perros con garantía?
Vale, ya sabes que las patas de pollo para perros pueden ser beneficiosas… pero solo si vienen de una fuente segura. No vale cualquier pata del súper ni mucho menos restos cocinados de tu comida. Por eso, aquí te dejamos las opciones más fiables para conseguir patas de pollo buenas para los perros, sin riesgos ni improvisaciones.
Tiendas naturales y snacks artesanales
Cada vez más tiendas especializadas en alimentación canina ofrecen patas de pollo deshidratadas para perros ya listas para dar como snack. Suelen venir:
- Deshidratadas a baja temperatura (no cocidas)
- Sin uñas o con uñas recortadas
- En bolsas selladas, con origen y trazabilidad clara

💡 Busca siempre marcas que indiquen proceso de secado lento, sin aditivos ni conservantes. Y si tienen sello veterinario o están hechas por nutricionistas caninos, mejor que mejor.
Patas crudas: dónde comprarlas y cómo conservarlas
Si prefieres las patas de pollo crudas o cocidas para perros, recuerda que cocidas está fuera de la ecuación: no deben darse. Pero si quieres probar las crudas (tipo BARF), asegúrate de:
- Comprar en tiendas de dieta natural, carnicerías de confianza o proveedores certificados
- Congelarlas durante mínimo 48–72 h a -18 °C
- Manipularlas como carne cruda: guantes, limpieza, nevera, etc.
❄️ Tip: guárdalas en porciones individuales y descongélalas justo antes de darlas.
¿Y si quiero hacerlas yo?
Si eres fan del DIY y estás pensando en hacer una patas de pollo para perros receta en casa, ten en cuenta:
- No se deben cocer, pero sí puedes deshidratarlas al horno
- Usa temperatura baja (entre 70–90 °C) durante varias horas
- Retira las uñas antes de deshidratar (pueden dañar encías)
- Conserva en bote hermético o bolsa de vacío, en lugar fresco y seco
Eso sí, ten en cuenta que preparar patas de pollo deshidratadas para perros en casa requiere tiempo, experiencia y equipo. Si no lo tienes claro, mejor optar por una marca especializada.
Con esto ya sabes cómo y dónde elegir patas de pollo para perros con seguridad, tanto si las compras hechas como si te animas a prepararlas tú. Lo importante es que sean de confianza, estén bien conservadas y se adapten a tu peludo.
Preguntas frecuentes (FAQ) sobre las patas de pollo para perros
- ¿Son buenas las patas de pollo para los perros?
Sí, siempre que se den correctamente. Las patas de pollo para perros son una excelente fuente de colágeno, glucosamina y calcio, ideales para fortalecer articulaciones y cuidar la salud bucodental. Eso sí: evita darlas cocidas y opta por versiones crudas o deshidratadas especialmente pensadas para perros. - ¿Se pueden dar patas de pollo cocidas a los perros?
No, las patas de pollo cocidas pueden astillarse y causar atragantamientos o perforaciones internas. Este es uno de los errores más comunes y también más peligrosos. Si quieres dar patas de pollo, que sean crudas (con guía profesional) o deshidratadas para perros con garantía. - ¿Qué es mejor: patas de pollo crudas o deshidratadas para perros?
Depende del perro. Las patas de pollo deshidratadas para perros son más fáciles de conservar, menos olorosas y aptas para casi todos los perros como snack. Las patas de pollo crudas pueden ser más completas nutricionalmente, pero requieren conocimientos y precaución. Para perros principiantes o pequeños, mejor empezar por las deshidratadas. - ¿Cada cuánto se le puede dar una pata de pollo a un perro?
Lo recomendable es 1 o 2 veces por semana, dependiendo del tamaño y estado de salud del perro. Las patas de pollo para perros deben considerarse un complemento o premio ocasional, no parte diaria de la dieta, especialmente si no estás siguiendo dieta BARF. - ¿Puedo dar patas de pollo a un cachorro?
Con cuidado, sí. A partir de los 4–5 meses (cuando la dentadura está más fuerte), se pueden introducir patas de pollo deshidratadas para perros blandas y pequeñas. Nunca cocidas. En crudo, solo si el cachorro ya está acostumbrado a la dieta BARF y con supervisión profesional. - ¿Las patas de pollo provocan diarrea en perros?
No deberían, pero puede pasar si el perro no las tolera bien, si tiene el estómago sensible o si se las das en exceso. Introduce poco a poco las patas de pollo para perros, y observa sus heces tras darlas. Si hay diarrea, vómito o molestias, suspende y consulta con tu veterinario. - ¿Dónde comprar patas de pollo seguras para perros?
Busca tiendas de confianza, especializadas en snacks naturales para perros o alimentación cruda. Las patas deben venir limpias, deshidratadas o congeladas, sin aditivos ni conservantes. También puedes encontrar opciones en criadores responsables o en marcas artesanales. - ¿Cómo preparar patas de pollo para perros en casa?
Si te animas, puedes hacer tu propia patas de pollo para perros receta deshidratándolas al horno a baja temperatura (70–90 °C) durante varias horas. Retira las uñas antes de hornear y consérvalas en un lugar fresco. Nunca las cuezas. Y recuerda: si no tienes experiencia, mejor compra una opción ya lista y segura.
Ahora ya lo sabes: las patas de pollo para perros pueden ser un snack fabuloso, siempre que sepas cómo y cuándo darlas. Crudas o deshidratadas, con moderación, y adaptadas a tu perro. Porque no se trata solo de entretenerlo o premiarlo, sino de cuidar sus articulaciones, su digestión y su felicidad.
Y si aún dudas entre deshidratarlas tú o comprarlas hechas, si no sabes cómo empezar con la dieta BARF o simplemente buscas alternativas naturales, ya sabes que en SiempreCan estamos para ayudarte.
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